jueves, 1 de julio de 2010

Uno de Julio, 17.24 de la tarde, sol, un sol radiante, una gran ventana abierta y un granado delante, suena Yann Tiersen y un leve viento acaricia mi piel.
De repente una tormenta de verano ,las gotas parecen ser de sol. El sol no tiene miedo y la lluvia parece más valiente que nunca. Algunas gotas se dejan caer en mis piernas y el olor a tierra mojada ahora despierta en mi una tímida sonrisa.
Mi chico duerme a un metro de mi una apacible siesta y un gato negro contempla las vistas conmigo desde la ventana.
Pasan unos pocos minutos... todo se calma, el gato se baja de la cama moviendo el rabo, la música se acaba, ahora solo escucho la respiracion lenta de Andrés, esta precioso durmiendo.
Es el momento de cerrar los ojos y gozar de este olor a vida.
No puedo ser más feliz